No te voy a
escribir; Cuando escribo puedo crearte,
imaginarte, pensarte, generar una idea, situación particular, un momento que no
existe en el tiempo en un espacio que cabe en hoja de papel y es tan grande como yo
quiero que sea.
No te voy
escribir; no quiero crear nada, no quiero esperar nada, quiero que cada momento
sea espontaneo, cada risa sea sincera, cada sentimiento fluya sin importar cual
sea, cada palabra signifique todo o nada, cada laberinto sea trazado mientras se camina, cada confusión sea su propio barullo. De esa
forma dejar que todo fluya , que todo gire y se mantenga en movimiento para tener equilibrio, que el balance, si es que lo hay, se obtenga
solo al avanzar, sin tener una idea de
lo que pueda pasar quizá todo pueda pasar.
No te voy
escribir; con lo poco que te conozco probablemente
termine contándote algo más de mi, en
toda caso sería una idea vaga de ti, si
te escribiese te contaría que no sabía qué hacer contigo, si dejarte ahí,
cobijarte, quitarte los zapatos, acurrucarme a tu lado, abrazarte, pensar que
hacer contigo me generaría lo mismo que escribirte, una serie de posibilidades
con una cantidad aleatoria de distintas conclusiones.
No te voy
escribir; porque quiero que seas tú quien inspire lo que escribo.